Y DE LA TIERRA

Soy del sol, de la tierra
fermentado como el vino.

Del trigo y sus verdores
a las rojas amapolas miro,
comprendo las razones
que tienen de ser prudentes.

Del candil la llama...
aún encenderse parece,
cuando el sol se pone
y el crepúsculo enrojece.

Bajo mis pies noto como que,
el suelo está resentido...
¡Y la tierra perseguida! 

En cambio el mar,
el mar que fue distante
ya es acceso contiguo.
Raudal de sirenas blancas
poniéndose morenas.

Como cuento tabulado,
así vino, así se fue... fugaz,
vertiginoso, el cielo azul
de mi recaudo. 

Muchas gracias por tu comentario.




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