EL ECO DE TU ACENTO
Convencido te alerto de los posibles agravios
que pudiera ocasionarte de súbito un embeleso,
por la presión que ejerce mi vehemente beso,
sobre la suave y fragante rosa de tus labios.
Como brotes de azahar, menta y manzanilla
mi inexorable pasión de colorido se modera,
pues de entrar en ti voy hallando la manera
y me propongo gozoso llegar hasta la orilla.
Deslumbrado contemplo la receptiva alianza
de tu ordenado cabello que con el aire se desboca,
y el armónico ritmo de tu sosegada boca.
Oír el sonido y el eco de tu voz me hace falta,
lo intuyo, me acerco y me provoca
la incandescente piel de tu garganta.
Mucchas gracias por tu comentario.