¡Ay, del amor!
El amor es ingenuamente incauto,
no se apiada de la inocencia.
Caprichosa condición de la vida es el amor.
Con exaltada pasión amamos, nos queremos,
también sufrimos. Una aventurada decisión
es el amor cuando aparece y nos atrapa,
llega, nos lía, rodea, nos envuelve, pasa.
pasa... ¿O tal vez se queda?
Ebrios de goce cerramos los ojos
hasta perder el sentiido.
Qué manejable es la conciencia
en los momentos de entusiasmo
que provoca el encantamiento.
Oh, fuerza, fuerza seductora,
demandada y consentida,
que transita, badea, devoras,
salvas constante y peligrosamente
las redes del destino.
Los jóvenes, los adolescentes,
vosotros los que os enamoráis
corréis el riesgo del desencanto,
en cambio: los que amamos,
palpitar el corazón, alocadamente oímos.
Queda pues, la herida abierta,
abierta al más pertinaz resentimiento,
el de con pasión haber amado,
haber amado sin ser correspondido,
y amargamente haber llorado
por quien no lo merecía.
Es el desamor en consecuencia;
el amargo sabor del desconsuelo.
(Vuestros comentarios son muy importantes para mi
Mucahas gracias por visitarme).
COMO EL CRISTAL
Posted on
Thursday, March 10, 2011
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