PARA OLERTE

Como alas sin ruido,
A la comisura de tus labios
Nardos se acercan para verte.

Un rubor tu mejilla enrojece
Un susurro se deja sentir en el tiempo
El color de la vida nos alcanza de lleno.

Tu boca adornada de carmín sonrosado
Cándido albor de dulzura infinita

Quiero albergarme al refugio del aire
Juntarme y ceñirme a tu luna menguada
Y abrigar con tus plumas el frío de alma
De mi alma pequeña desnuda y callada.

De tu silencio esperar la respuesta...
Que no se apague la flor de la palabra
Y rendido el bosque, al esplendor de la luna
Se refleje en tu carne de rosa encendida. 

Con la brisa, el aire y a corazón abierto.
Llegado el momento de nardos para olerte
Beberé en tus labios la dulzura infinita.


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