En el mar se derrite glacial eco.
Por el monte la fulgurante llama.
Una hermosa fuente agua derrama
sobre el decorado fértil de tu pecho.
Sabroso panel se forma en tu boca de hecho,
blanco lirio, clavel y rosa a un tiempo grana.
Por el bosque de la idea, la hierba se recama,
al son del candil busco, te veo y me aprovecho.
De verde hoja el olivo y su redentora aceituna,
a cambio de una tarde tranquila a tu lado diera,
entre franja de nube azul y clara luz de luna.
Colmado ya el vuelo de mensajes en ópima ola,
entre frescor de ramas y campos bellos quisiera
alcanzar la proa, de tus blancas alas de paloma.
